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¿Qué lugares hay divertidos para salir en Montevideo?
por favor ¿me ayudan?, me van quedando pocos lugares para salir.

Garúa Montevideana

Voy en el auto con Gerardo y Fernando y me dejan en la parada de ómnibus del Gaucho para tomarme un 116 o 427 para mi casa.Llego y hay un chico de bermudas sufriendo el frío y una llovizna que empezaba a caer. Lo miré un poco y él también, haciéndonos los distraídos después. Llega una chica con pollerita y pelo corto, lo mira, me mira, se hace un poco la distraída y lo mira más. Quedamos los tres sufriendo el frío y la lluvia mirando a ningún lado.

De repente él me dice:
-Lo que daría por ir a mi casa a buscar unos pantalones ahora ¿no? (se ríe).
-Yo tengo y siento frío igual, (me río).
-Parece mentira en pleno verano, parece otoño.
Ríe la otra chica participando de la conversación y pregunta:
-¿pasará el 116?
Él: -yo también lo estoy esperando.
Yo: -yo también.
Yo: -si no llega a pasar entonces nos tomamos un taxi los tres.
Él: -yo soy uruguayo 100% uruguayo, pero la verdad que me tengo que poner del otro lado y decir que es muy raro encontrar a dos chicas totalmente desconocidas con buena onda en una noche fría en una parada de ómnibus. De verdad, porque los uruguayos en general son conservadores, les importa el qué dirán, son vergonzosos, las cosas que podríamos hacer si fuéramos más desinhibidos… ¡Qué análisis! ¿no?, es la cultura de la calle, porque los libros los escribe gente grande que no está viviendo lo mismo que uno, la cultura de la calle es la más contemporánea, la del día a día… Yo no soy Freud ni nada, pero entiendo el psicoanálisis de la calle.

Llega el 116. Subimos los tres, nos sentamos nosotras una al lado de la otra y él adelante nuestro mirando hacia atrás.

Sigue hablando.

En serio, yo creo en la energía de la gente, esto no se estaría dando si ustedes no tuvieran buena energía, si una ya no la tuviera ya se cortaría todo. Hay gente con la que te conectás y gente con la que no. Yo creo en una sensibilidad especial, y más en las mujeres, las mujeres tienen mucha percepción, y más a partir de los treinta, te pueden decir lo que estás pensando. Yo creo en la telepatía. En serio.

Cuando dijo eso, no pude contener la risa, y les pregunté: ¿ustedes de donde venían?, él dijo de la casa de un amigo y ella de la casa de unos amigos también, y sigo yo: porque yo venía de un ensayo de una obra de teatro donde el personaje principal es igual a vos. En serio. Saco mi fotocopia de la obra “una lluvia irlandesa” y le leo una parte del personaje: “…crees en la telepatía, en la comunicación entre las mentes, de pensamiento a pensamiento…el poder de la mente… usamos solo el diez porciento de nuestro cerebro…¿Por qué ciertas personas pueden detectar mentalmente, intuitivamente lo que otras descubren con el microscopio?...
Ël y ella se rieron.
Él: -pero dale, lee más, está re buena. Viste como no le costó mucho al autor escribir eso. Se basó en alguien como yo.
Yo: -sí, o pudo caracterizar tan bien al personaje que termina siendo igual a alguien real.
Ella: -¡qué bueno!
Yo: -Estrenamos el 3 de junio, la directora es Mariana Percovich, vengan a verla. Me bajo. Chau, nos vemos.
Ella:- ah sí, la conozco, chau.
Él:- chau.

Me bajo y camino hablando por el celular contándole a Mariana lo que me había pasado bajo una Garúa Montevideana que me ensopó.

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